La experiencia de usuario es uno de los factores más importantes para triunfar con un proyecto digital. No solo para contentar a Google y mejorar las posiciones en las SERPs, sino también para ganarte a tu público e incrementar la tasa de conversión.
Sin duda, aspectos como el contenido de calidad y el diseño responsive son algunos de los más importantes… Pero no los únicos, ni mucho menos.
En este artículo te damos una serie de consejos útiles para optimizar tu web y dar al usuario lo que desea
7 tips para optimizar la experiencia de usuario
1. Cuida la estructura y facilita la navegación
Los usuarios actualmente desean encontrar la información de manera rápida y con el menor número de clics posible. Para ello es fundamental que construyas la web pensando en su comodidad, utilizando el menor número posible de URL y ordenándolas de forma lógica.
Puedes ayudarte de un menú de navegación desplegable u otros elementos de jerarquización, algo que agiliza el recorrido que realiza el usuario hasta encontrar lo que desea.
Los elementos visuales como las imágenes o botones también facilitan dicho recorrido. Echa un ojo a los errores más habituales en lo que a estructura de la web se refiere:
- Web desordenada que dificulta la navegación. El usuario debe invertir demasiados segundos en comprender cómo se organiza el sitio web y finalmente la abandona.
- No existe un botón de búsqueda. Muchos de los usuarios que llegan a una web buscan algo en concreto. Añade un botón de búsqueda para que puedan encontrarlo rápidamente y no terminen acudiendo a la competencia.
- Menús con demasiadas capas. Recuerda minimizar todo lo posible los submenús y ofrecer toda la información de la forma más sencilla que puedas. El usuario te lo agradecerá.
- Poner siglas o acrónimos en el menú. A no ser que estemos hablando de palabras tan conocidas como la ONU o la RAE, evita las abreviaturas para no provocar confusiones en el usuario.
2. Opta por un diseño atractivo
El diseño de tu web debe encontrar el equilibrio entre eficacia y estética. Esto significa que los visitantes deben poder moverse por el sitio web de manera intuitiva (algo muy relacionado con la estructura que comentábamos más arriba) y, a la vez, ofrecerle una experiencia visual satisfactoria.
En este sentido, las imágenes atractivas (¡y coherentes con el contenido!) son de gran utilidad, así como otros elementos visuales como los gráficos, los botones…
Y lo que nos lleva al siguiente consejo:
3. Selecciona bien el color
El color es un aspecto fundamental que debe facilitar la interacción del usuario con la web y, a la vez, transmitir la imagen de marca.
Te damos algunos consejos:
- Utiliza el menor número posible de colores para que interactúen entre ellos de forma armónica y no se cree un contraste que pueda despistar o incomodar al usuario.
- Utiliza los colores más intensos para destacar lo importante. Por ejemplo, un naranja intenso para los enlaces o los CTA. Pero no abuses de ellos o perderán la importancia que quieras darles.
- Si no te decides, existen herramientas online gratuitas para crear la paleta de colores ideal para tu portal, como Adobe Color, Colormind o Coolors.
4. Optimiza el tiempo de carga
Como habrás podido comprobar, el usuario de hoy en día es muy impaciente.
Si una web tarda más de 5 segundos en cargar, sufrirás una elevada tasa de abandono.
Para agilizar el funcionamiento asegúrate de optimizar todas las imágenes y recursos gráficos, además de elegir un diseño sencillo que no entorpezca la carga.
5. Mejora la legibilidad
Según algunos estudios, la mayoría de visitantes no leen en profundidad los contenidos de la web (al menos desde el primer golpe de vista) sino que la escanean en busca de lo que les interesa o les llama la atención.
Para facilitar esta búsqueda y lograr que no abandone, debes cuidar aspectos como:
- La fuente: cuanto más simple, más fácil de leer.
- El color: asegúrate de que haya contraste entre las letras y el fondo.
- El formato: pon en negrita las palabras clave o frases más importantes, utiliza cursivas, títulos, viñetas…
6. Pásate al diseño responsive
Si aún no lo has hecho, asegúrate de adaptar tu web a los distintos dispositivos, navegadores y sistemas operativos.
De lo contrario, perderás un gran número de usuarios. Aquí te adentramos precisamente en lo que es el diseño web responsive.
7. Testea la web regularmente
Analizar lo que hace la competencia puede ser muy útil, pero recuerda que cada web es un mundo y lo que le funciona a una puede ser perjudicial para otra.
Por ello, te recomendamos encarecidamente que realices testeos regularmente en busca de puntos fuertes y aspectos a mejorar. Por ejemplo, tests A/B, encuestas a los propios usuarios o mapas de calor.
Y por último, recuerda: no te diriges a Google, si no al usuario. Si te ocupas de todos estos aspectos y logras optimizar la experiencia de usuario, Google te premiará con las mejores posiciones en las SERPs.¿Necesitas ayuda personalizada para tu web? ¡Ponte en contacto con nosotros!